Mi experiencia con semaglutida: 6 meses y resultados reales

Mi experiencia con semaglutida durante 6 meses me permitió perder 18 kilos, pero también enfrentar efectos secundarios importantes. En este relato personal, compartiré todos los detalles: resultados, desafíos y lecciones aprendidas.
Durante años luché contra el sobrepeso y la resistencia a la insulina. A los 43 años, con 89 kilos y una presión arterial que empezaba a preocupar a mi médico, decidí que era momento de probar algo nuevo. Había leído sobre el Ozempic en redes sociales, pero quería entender la verdad detrás de este medicamento antes de comenzar cualquier tratamiento.
En esta guía personal cubriré mi situación inicial, el proceso mes a mes, todos los efectos secundarios que experimenté, los resultados reales obtenidos y las reflexiones más importantes que me ayudaron en este proceso. Mi objetivo es ofrecer una perspectiva honesta sobre lo que realmente significa usar semaglutida como método para bajar de peso.
Mi contexto personal: Mujer de 43 años, peso inicial 89 kg, diagnóstico de resistencia a la insulina y presión arterial alta, múltiples fracasos previos con dietas tradicionales.
Qué es la semaglutida: conceptos clave desde la experiencia
Durante mi tratamiento aprendí que la semaglutida es un agonista del receptor GLP-1, lo que significa que imita una hormona natural que regula el azúcar en la sangre y el apetito. Este fármaco, comercializado como Ozempic para diabetes tipo 2 y Wegovy para pérdida de peso, funciona de manera muy específica en el cuerpo.
Lo que mi doctora me explicó es que este medicamento actúa en tres niveles principales: estimula la producción de insulina cuando el azúcar está alto, reduce la liberación de glucagón (que produce glucosa), y retrasa el vaciamiento del estómago, creando una sensación de saciedad prolongada.
Diferencias importantes que descubrí:
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Ozempic: Aprobado para diabetes tipo 2, dosis hasta 1mg
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Wegovy: Específico para obesidad, dosis hasta 2.4mg
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Rybelsus: Versión oral del mismo principio activo
Relación con otros tratamientos
Antes de la semaglutida, había probado prácticamente todo: dietas restrictivas, ejercicio intensivo, medicamentos como liraglutida, y hasta consideré la cirugía bariátrica. La diferencia principal que experimenté con este tratamiento fue la reducción genuina del apetito, algo que nunca había logrado de manera sostenida.
Durante mi proceso, mantuve una rutina de ejercicio moderado y seguí las recomendaciones nutricionales de mi médico. La semaglutida no fue una solución mágica, sino parte de un enfoque integral que incluía cambios en mis hábitos alimentarios y estilo de vida.
Por qué decidí probar la semaglutida: mi situación antes del tratamiento
En enero de 2025, mi peso había alcanzado los 89 kilos. Los análisis mostraban resistencia a la insulina y mi A1C estaba en 6.1%, en el límite de la prediabetes. Mi médico me explicó que sin intervención, tenía alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los siguientes años.
Mis problemas de salud específicos:
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Peso: 89 kg (IMC 31.2)
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Presión arterial: 140/90 mmHg
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A1C: 6.1%
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Circunferencia de cintura: 98 cm
-
Fatiga constante y baja energía
Había intentado múltiples dietas durante los últimos cinco años. El patrón era siempre el mismo: perdía 5-8 kilos en los primeros meses, luego llegaba a un punto donde el hambre se volvía incontrolable y recuperaba todo el peso perdido.
Me puse en contacto con Clivi, que fue la que más llamó mi atención, pues incluía consultas médicas, nutriólogo y hasta psicólogo. En una llamada me explicaron que la semaglutida había mostrado resultados prometedores en estudios clínicos, con pacientes perdiendo entre 10-15% de su peso corporal. Aunque el costo era considerable (unos $5,500 pesos mensuales), decidí que valía la pena intentarlo.
Tabla comparativa: mis resultados mes a mes
Mes |
Peso (kg) |
Dosis |
Efectos Secundarios |
Energía (1-10) |
---|---|---|---|---|
Enero |
89 |
0.25mg |
Náuseas leves |
5 |
Febrero |
86 |
0.5mg |
Vómitos matutinos |
4 |
Marzo |
82 |
0.5mg |
Pérdida de apetito severa |
6 |
Abril |
78 |
1.0mg |
Náuseas, cambios de sabor |
7 |
Mayo |
75 |
1.0mg |
Efectos mínimos |
8 |
Junio |
71 |
1.0mg |
Sin efectos significativos |
9 |
Métricas adicionales importantes:
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Circunferencia de cintura: de 98cm a 81cm
-
A1C: de 6.1% a 5.4%
-
Presión arterial: de 140/90 a 125/80
Mi proceso paso a paso con semaglutida
Paso 1: preparación y primeras semanas (enero 2025)
La primera inyección fue más fácil de lo esperado. Mi doctora me enseñó la técnica: limpiar la zona del abdomen con alcohol, insertar la aguja en un ángulo de 90 grados, presionar el botón y mantener por 10 segundos. El medicamento viene en una pluma precargada que facilita mucho el proceso.
Cambios inmediatos que noté:
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Reducción del apetito desde el segundo día
-
Náuseas leves, especialmente por las mañanas
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Sensación de saciedad que duraba horas después de comer
Durante estas primeras semanas, tuve que adaptar completamente mi forma de comer. Las porciones que antes me parecían normales ahora me generaban malestar. Comencé a comer en platos más pequeños y masticar más lento.
Paso 2: adaptación y aumento de dosis (febrero-abril 2025)
El aumento a 0.5mg en febrero trajo efectos secundarios más intensos. Los vómitos matutinos se volvieron rutina durante las primeras dos semanas. Desarrollé estrategias específicas para manejar estos problemas:
Estrategias que funcionaron para mí:
-
Comer galletas saladas antes de levantarme
-
Dividir las comidas en 5-6 porciones pequeñas
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Evitar alimentos grasosos y muy condimentados
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Mantener siempre agua cerca para la hidratación
En marzo, algo cambió dramáticamente. Mi cuerpo se adaptó mejor al medicamento y los efectos secundarios disminuyeron. Sin embargo, surgió un nuevo desafío: la pérdida de apetito era tan severa que a veces olvidaba comer por completo. Mi médico me advirtió sobre la importancia de mantener una nutrición adecuada.
El aumento a 1.0mg en abril marcó el punto de inflexión. Los efectos secundarios fueron manejables, pero experimenté algo que nunca había vivido: comida que antes me encantaba ahora me sabía diferente o incluso desagradable.
Paso 3: estabilización y mantenimiento (mayo-junio 2025)
Los últimos dos meses fueron los más estables. Mi cuerpo había encontrado un equilibrio con el medicamento. Los efectos secundarios prácticamente desaparecieron, pero mantuve el control del apetito que había logrado.
Durante este período enfrenté mi primer plateau serio. En mayo, mi peso se estancó en 75 kilos durante tres semanas. Mi doctora me explicó que esto era normal y me recomendó aumentar ligeramente mi actividad física y variar mi rutina de ejercicio.
Las revisiones médicas mostraron mejorías consistentes en todos mis indicadores de salud. Mi A1C bajó a 5.4%, la presión arterial se normalizó, y por primera vez en años, mis análisis de sangre estaban en rangos completamente normales.
Errores comunes que cometí y cómo evitarlos
No reportar efectos secundarios a tiempo
Durante las primeras semanas, minimicé los vómitos pensando que eran “normales”. Esto me llevó a deshidratarme y sentirme peor de lo necesario. La lección: Cualquier efecto secundario que interfiera con tu vida diaria debe reportarse inmediatamente al médico.
Esperar resultados demasiado rápidos
En la primera semana esperaba ver cambios dramáticos en la báscula. La verdad es que los resultados reales comenzaron a ser evidentes después del primer mes. La lección: Este medicamento requiere paciencia y expectativas realistas.
No preparar comidas adecuadas
Los días de náuseas intensas me encontraba sin comida adecuada en casa. Terminaba comiendo cualquier cosa o saltándome comidas completamente. La lección: Siempre tener alimentos blandos y fáciles de digerir disponibles.
Comparar mi progreso con redes sociales
Ver historias de personas que perdían peso más rápido me generaba ansiedad y dudas sobre mi proceso. La lección: Cada persona responde diferente al tratamiento. Las comparaciones son contraproducentes.
Consejo clave: La importancia del seguimiento médico constante no puede subestimarse. Tuve citas mensuales durante todo el proceso, y estas fueron fundamentales para ajustar dosis y manejar cualquier problema que surgiera.
Mi caso real: resultados detallados y lecciones aprendidas
Situación inicial (enero 2025):
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Peso: 89 kg
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Edad: 43 años
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Diagnóstico: Resistencia a la insulina, presión arterial alta
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IMC: 31.2 (obesidad grado I)
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Circumferencia de cintura: 98 cm
Proceso: 6 meses de tratamiento con semaglutida, comenzando con 0.25mg semanales y progresando gradualmente hasta 1.0mg según la tolerancia y respuesta.
Resultados finales (Junio 2025):
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Peso: 71 kg (pérdida de 18 kg, 20.2% del peso inicial)
-
IMC: 24.9 (peso normal)
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Circumferencia de cintura: 81 cm (-17 cm)
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A1C: 5.4% (mejora significativa)
-
Presión arterial: 125/80 (normalizada)
Métrica |
Antes |
Después |
Cambio |
---|---|---|---|
Peso |
89 kg |
71 kg |
-18 kg |
IMC |
31.2 |
24.9 |
-6.3 |
Cintura |
98 cm |
81 cm |
-17 cm |
A1C |
6.1% |
5.4% |
-0.7% |
Presión |
140/90 |
125/80 |
Normalizada |
Impacto en mi calidad de vida: El cambio más notable no fue solo el peso. Mi energía aumentó considerablemente, duermo mejor, y por primera vez en años me siento cómoda con mi cuerpo. Puedo hacer actividades que había dejado de lado, como caminar largas distancias sin fatiga o jugar activamente con mis hijos.
Lecciones más importantes:
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La paciencia es fundamental - Los resultados reales toman tiempo
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El seguimiento médico es crucial - Nunca intentar esto sin supervisión profesional
-
Los efectos secundarios son temporales - La mayoría desaparecen después de las primeras semanas
-
No es una solución mágica - Requiere cambios de estilo de vida paralelos
-
El costo es significativo - Planificar financieramente es importante
Preguntas frecuentes basadas en mi experiencia
¿Cuánto tiempo tardé en ver resultados? Los primeros cambios los noté en la segunda semana: reducción del apetito y sensación de saciedad prolongada. La pérdida de peso visible comenzó después del primer mes, con una reducción promedio de 3-4 kg mensuales.
¿Los efectos secundarios desaparecen? En mi experiencia, sí. Las náuseas y vómitos fueron intensos durante las primeras 6-8 semanas, especialmente con cada aumento de dosis. Para el quinto mes, prácticamente no tenía efectos secundarios, pero mantenía todos los beneficios del medicamento.
¿Qué pasa si se olvida una dosis? Me pasó dos veces durante el tratamiento. Mi doctora me indicó que si han pasado menos de 5 días, aplicar la inyección inmediatamente. Si han pasado más de 5 días, esperar hasta la siguiente dosis programada. Nunca duplicar la dosis.
¿Se recupera el peso al dejarlo? Esta es mi mayor preocupación actual. Mi plan de mantenimiento incluye seguimiento médico cada 3 meses, mantener los hábitos alimentarios desarrollados durante el tratamiento, ejercicio regular, y posiblemente continuar con dosis de mantenimiento más bajas. Algunos estudios sugieren que la mayoría de personas recuperan peso gradualmente, pero los cambios de hábitos pueden ayudar a mantener parte de los resultados.
Conclusión: mis reflexiones finales sobre el uso de semaglutida
Los 5 puntos más importantes de mi experiencia de 6 meses:
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Efectividad real: La semaglutida cumplió las expectativas de pérdida de peso, pero requirió compromiso total con cambios de estilo de vida.
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Efectos secundarios manejables: Aunque intensos al principio, los efectos adversos son temporales y pueden controlarse con estrategias adecuadas.
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Impacto integral en la salud: Más allá del peso, mejoró todos mis indicadores metabólicos y mi calidad de vida general.
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Costo significativo: La inversión económica es considerable y debe planificarse cuidadosamente.
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Supervisión médica esencial: Este tratamiento no debe intentarse sin seguimiento profesional constante.
Mis recomendaciones para quienes consideran este tratamiento:
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Consulta con un endocrinólogo o médico especializado en obesidad
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Prepárate financieramente para al menos 6-12 meses de tratamiento
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Desarrolla un plan de alimentación con un nutricionista
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Ten expectativas realistas sobre tiempos y resultados
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Considera esto como parte de un cambio de estilo de vida, no una solución temporal
Mi plan de mantenimiento post-tratamiento: Actualmente estoy en mi séptimo mes con una dosis reducida de 0.5mg cada dos semanas, mientras trabajo con mi médico en una estrategia de mantenimiento a largo plazo. El enfoque incluye seguimiento mensual de peso y análisis, mantenimiento de los hábitos alimentarios desarrollados, y ejercicio regular.
La semaglutida cambió mi vida, pero fue el compromiso con un nuevo estilo de vida lo que hizo la diferencia real. Para cualquier persona considerando este medicamento, mi consejo más importante es: asegúrate de que sea parte de un plan integral supervisado por profesionales médicos. La inversión en salud siempre vale la pena, pero debe hacerse de manera informada y responsable.
Este testimonio está basado en la experiencia real de un paciente de Clivi, con algunos ajustes realizados para mejorar la calidad narrativa y facilitar su comprensión.

Licenciatura en Nutrición en Universiad Mexiquense del bicentenario