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Cómo reducir los triglicéridos altos de manera efectiva

Dr. Bernardo Antonio Díaz
Actualizado: noviembre 12, 2025
Sangre en tubos de ensayo para medir los triglicéridos

Los triglicéridos son una pieza clave del metabolismo energético y, cuando se elevan de forma sostenida, aumentan el riesgo cardiometabólico y de pancreatitis. Controlarlos exige combinar cambios de estilo de vida, una alimentación planificada, actividad física regular y, en casos seleccionados, tratamiento farmacológico guiado por personal de salud.

Para pacientes con enfermedades crónicas, profesionales sanitarios o personas que buscan entender y actuar, este documento ofrece un enfoque práctico respaldado por fuentes de autoridad.

Mujer que está tratando bajar sus triglicéridos

¿Qué son los triglicéridos y por qué importan?

  • Los triglicéridos son lípidos circulantes que almacenan energía; el cuerpo los sintetiza a partir de calorías excedentes y los guarda en tejido adiposo para su posterior uso. En ayuno o ejercicio, se liberan para abastecer a los tejidos. Esta función es fisiológica y necesaria.

  • El problema aparece cuando la concentración en sangre se eleva de forma persistente. Niveles altos se asocian con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y, cuando son muy altos (por ejemplo, por encima de 500 mg/dL), con pancreatitis aguda. Estas relaciones se abordan en guías institucionales y normas mexicanas en dislipidemias, de observancia para el personal de salud en el país (Norma Oficial Mexicana NOM‑037‑SSA2‑2012).cndh+1

  • Además, la hipertrigliceridemia suele coexistir con resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hígado graso y obesidad abdominal, por lo que conviene evaluarla en el contexto del riesgo cardiometabólico global siguiendo guías como las del IMSS y la Secretaría de Salud.imss+2

Causas frecuentes y señales de alerta

  • Los disparadores comunes incluyen ingesta elevada de azúcares añadidos y carbohidratos refinados, exceso de alcohol, sobrepeso u obesidad, sedentarismo y algunas medicaciones. Condiciones médicas como diabetes no controlada, hipotiroidismo y enfermedad renal también contribuyen. Estas causas secundarias deben identificarse y tratarse para lograr descensos sostenibles.​

  • La mayoría de las personas no presentan síntomas. Cuando los triglicéridos son muy altos, pueden aparecer xantomas (depósitos grasos en piel) y, en casos de hipertrigliceridemia severa, dolor abdominal por pancreatitis. Esta última es una urgencia y amerita evaluación inmediata.

Muestra de sangre para un perfil lipídico

Cómo se miden y cuáles son los rangos

  • El perfil lipídico en sangre informa triglicéridos, colesterol total, LDL, HDL y, en ocasiones, colesterol no‑HDL. En adultos, los rangos de referencia usados por instituciones mexicanas y guías clínicas son: normal < 150 mg/dL, límite alto 150–199 mg/dL, alto 200–499 mg/dL, muy alto ≥ 500 mg/dL.​

  • En prevención cardiovascular, el foco primario suele ser alcanzar metas de LDL y colesterol no‑HDL según riesgo; sin embargo, ante triglicéridos ≥ 500 mg/dL, la reducción de TG se vuelve objetivo prioritario por el riesgo de pancreatitis, con intervención dietética y farmacológica cuando corresponde.

Diagnóstico y seguimiento

  • Un único resultado elevado debe confirmarse con una segunda medición, idealmente en condiciones comparables (ayuno, control de glucosa y alcohol). El clínico valorará causas secundarias, medicación concomitante y riesgo global. Las guías del IMSS y la NOM proveen criterios para el abordaje escalonado y metas de lípidos según riesgo.​

  • Las personas con antecedentes familiares de cardiopatía prematura, diabetes, obesidad central o niveles elevados previos deben monitorearse con mayor frecuencia y ajustar el plan terapéutico con base en resultados y adherencia.​

Plan alimentario para bajar triglicéridos

No existe una única “dieta perfecta”, pero sí principios que han mostrado beneficio en guías y revisiones.

  • Reducir azúcares añadidos y harinas refinadas. Bebidas azucaradas, postres y panes blancos elevan triglicéridos posprandiales y en ayuno. Reemplazar por frutas enteras, lácteos naturales sin azúcar y granos integrales ayuda a estabilizar la respuesta lipídica.

  • Elegir grasas de mejor calidad. Priorizar aceite de oliva, aguacate, nueces y semillas, y limitar grasas trans y saturadas presentes en frituras y ultraprocesados. Este patrón mejora el perfil lipídico y es consistente con recomendaciones cardiometabólicas.

  • Aumentar la fibra soluble. Leguminosas, avena, frutas y verduras ricas en fibra contribuyen a reducir lípidos y mejorar la saciedad, facilitando la pérdida de peso cuando se requiere.

  • Controlar porciones y densidad energética. El exceso calórico se convierte en triglicéridos. Comer consciente, servir porciones moderadas y estructurar horarios ayuda a evitar picos de ingesta.​

  • Incluir pescado graso dos veces por semana. Las guías de la American Heart Association recomiendan dos porciones semanales de pescado, preferentemente graso, como parte de un patrón cardioprotector; en personas con triglicéridos elevados, el consumo de omega‑3 dietario es un complemento útil del plan.

Comida saludable para bajar los triglicéridos

Actividad física y estilo de vida

  • Moverse de forma regular disminuye triglicéridos y mejora sensibilidad a la insulina. Empezar con 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (caminar a paso vivo, bicicleta, natación) y sumar ejercicios de fuerza 2 veces por semana es una meta alcanzable y respaldada por guías preventivas; el IMSS promueve rutinas cotidianas para reducir riesgo aterosclerótico.​

  • Limitar o evitar el alcohol. En personas con hipertrigliceridemia, el alcohol puede elevar de forma marcada los TG; en hipertrigliceridemia severa se recomienda suspenderlo para disminuir riesgo de pancreatitis.​

  • Pérdida de peso clínicamente significativa. Una reducción del 5–10% del peso corporal mejora el perfil de triglicéridos y otros marcadores cardiometabólicos; es un objetivo pragmático para muchos pacientes, alineado con la evidencia y guías nacionales.

Ejercicio para mejorar sus volúmentes de triglicéridos

Suplementos y medicamentos: cuándo y cómo

  • Ácidos grasos omega‑3. En hipertrigliceridemia, los omega‑3 de cadena larga (EPA/DHA) pueden reducir TG; la evidencia apoya dosis terapéuticas en el rango de 2–4 g/día de EPA+DHA en formulaciones de prescripción para lograr descensos clínicamente relevantes, siempre bajo supervisión médica para evitar interacciones y efectos adversos.​

  • Fibra soluble (por ejemplo, psyllium). Puede contribuir como coadyuvante dietario para mejorar el metabolismo de lípidos y la saciedad, especialmente en el contexto de un plan alimentario integral.​

  • Niacina. Aunque puede reducir TG y elevar HDL, su uso hoy es más restringido por perfil de seguridad y eficacia en desenlaces; debe considerarse solo bajo indicación y seguimiento médico.​

Medicamentos

  • Fibratos. Son de primera elección cuando los triglicéridos son muy altos (≥ 500 mg/dL) para reducir el riesgo de pancreatitis, según guías mexicanas y evidencia internacional. Gemfibrozilo, fenofibrato o bezafibrato son opciones que el clínico selecciona según perfil del paciente y comorbilidades.​

  • Estatinas. Aunque su objetivo primario es bajar LDL, contribuyen a disminuir TG en grados leves a moderados y son base del tratamiento cuando el riesgo cardiovascular lo amerita. Evitar estatinas como monoterapia si el objetivo primario es controlar una hipertrigliceridemia severa; en esos casos se combinan estrategias.

  • Icosapent etilo u omega‑3 de prescripción. A dosis de 4 g/día pueden reducir de forma significativa los TG en hipertrigliceridemia, con respaldo de posicionamientos científicos de la AHA; deben diferenciarse de suplementos no regulados por eficacia y pureza.

  • Enfoque combinado. En hipertrigliceridemia moderada a severa, la combinación de fibratos, omega‑3 y, en casos seleccionados, niacina, puede considerarse junto con estatinas, según juicio clínico y guías.​

Revisión médica y suplementos alimentcios

Triglicéridos vs. colesterol: conceptos clave

  • Ambos son lípidos circulantes, pero cumplen roles distintos. Los triglicéridos almacenan y transportan energía; el colesterol participa en membranas celulares, síntesis de hormonas esteroideas y vitamina D. Cuando se elevan en exceso, se asocian con eventos cardiovasculares por mecanismos parcialmente diferentes. Las metas de tratamiento priorizan LDL y colesterol no‑HDL según riesgo; los TG son objetivo primario en niveles muy altos por pancreatitis, y objetivo secundario en prevención cardiovascular una vez alcanzadas metas de LDL/no‑HDL.​

Consejos prácticos para mantener niveles saludables

Beneficios de reducir triglicéridos

  • Menor riesgo de pancreatitis cuando se desciende desde niveles muy altos, beneficio crítico y temprano de la intervención.​

  • Mejora del perfil cardiometabólico general: mejor sensibilidad a la insulina, reducción de partículas aterogénicas remanentes y, en conjunto con control de LDL, disminución del riesgo cardiovascular estimado según estratificación.

  • Mayor energía percibida y funcionalidad conforme mejora el estado físico y la calidad de la dieta, efectos que facilitan la adherencia a largo plazo.

Preguntas frecuentes rápidas

  • ¿Basta con “comer sano” para bajar triglicéridos? Cuando la elevación es leve o moderada, un plan alimentario bien estructurado, pérdida de peso y ejercicio suelen ser suficientes. Si se trata de valores muy altos (≥ 500 mg/dL), se requiere intervención más intensiva y, a menudo, fármacos específicos para reducir el riesgo de pancreatitis.

  • ¿Qué omega‑3 sirven? Para efecto terapéutico comprobado, se recomiendan formulaciones de prescripción con dosis de 2–4 g/día de EPA/DHA según criterio médico. Los suplementos comerciales no regulados varían en pureza y dosis; su uso debe individualizarse y no reemplaza la atención clínica.​

  • ¿Puedo seguir tomando alcohol si tengo triglicéridos altos? Lo más prudente es suspenderlo cuando los triglicéridos están elevados y, en particular, eliminarlo si están muy altos. El alcohol es un impulsor frecuente de hipertrigliceridemia resistente.

Dr. Bernardo Antonio Díaz
Dr. Bernardo Antonio Díaz

Endocrinología Universidad Nacional Autónoma de México.

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