¿Qué pasa si dejo de usar Mounjaro? La ciencia detrás del rebote
Aviso Legal: La información contenida en este artículo es meramente educativa y no sustituye la consulta médica profesional. La suspensión o modificación de cualquier tratamiento farmacológico para la diabetes tipo 2 o el control de peso debe realizarse exclusivamente bajo la supervisión de un médico especialista. En Clivi, promovemos el uso responsable de medicamentos regulados conforme a la normativa vigente en México.
Introducción
En el último año, el tratamiento con tirzepatida (el principio activo de Mounjaro) ha redefinido el panorama de la salud metabólica. Al ser el primer agonista dual de los receptores GIP y GLP-1, este fármaco ha demostrado una eficacia sin precedentes tanto en el control glucémico como en la reducción de peso corporal. Sin embargo, a medida que más pacientes alcanzan sus objetivos de salud, surge una pregunta inevitable y crítica en la consulta: "¿Qué sucede si dejo de usarlo? ¿Recuperaré el peso perdido?".

Esta inquietud es válida y necesaria. La obesidad y la diabetes tipo 2 son enfermedades crónicas, complejas y recurrentes, no condiciones agudas que se "curen" con un ciclo breve de medicación. Comprender qué ocurre fisiológicamente en tu cuerpo al suspender el tratamiento es el primer paso para diseñar una estrategia de salida segura o un plan de mantenimiento a largo plazo.
En este artículo, analizaremos la evidencia clínica más reciente, incluyendo los datos del estudio SURMOUNT-4, explicaremos los mecanismos biológicos del "efecto rebote" y te ofreceremos una hoja de ruta basada en la medicina del estilo de vida para proteger tu salud metabólica.
La realidad científica: ¿Qué dicen los estudios sobre la suspensión?
Para hablar con honestidad sobre la suspensión del tratamiento, debemos remitirnos a los datos duros. La evidencia más clara que tenemos hasta la fecha proviene del ensayo clínico SURMOUNT-4, un estudio diseñado específicamente para evaluar qué sucede cuando los pacientes dejan la medicación tras un periodo exitoso de uso.
En este estudio, los participantes recibieron tirzepatida durante 36 semanas, logrando una pérdida de peso promedio del 20.9%. Posteriormente, se dividieron en dos grupos: uno continuó con el tratamiento y el otro fue cambiado a un placebo (suspendiendo el fármaco) durante un año adicional.
Los resultados fueron reveladores y subrayan la naturaleza crónica de la obesidad:
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Grupo que continuó el tratamiento: Logró una pérdida de peso adicional del 5.5%.
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Grupo que suspendió el tratamiento: Experimentó una recuperación significativa del peso, ganando en promedio un 14% de su masa corporal durante el año de seguimiento.
Más alarmante aún es el hallazgo de que el 82.5% de los participantes que suspendieron el medicamento recuperaron peso, en comparación con una minoría que logró mantenerlo. Esto no significa que el medicamento "falle", sino que confirma que la obesidad tiene mecanismos biológicos profundos que intentan devolver al cuerpo a su peso anterior una vez que se retira el apoyo farmacológico.

El impacto más allá del peso
La recuperación de peso no es el único efecto. Al retirar el estímulo de las hormonas incretinas (GLP-1 y GIP), los beneficios cardiometabólicos también retroceden. Los estudios mostraron que, tras la suspensión, hubo un deterioro en los niveles de presión arterial, colesterol y, crucialmente, en la sensibilidad a la insulina.
Para los pacientes que usan este tratamiento principalmente para la diabetes tipo 2, la suspensión abrupta sin supervisión puede significar un retorno rápido a la hiperglucemia y al descontrol metabólico.
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Entendiendo el mecanismo: ¿Por qué ocurre el rebote?
Para combatir el rebote, primero debes entender que no es una "falta de fuerza de voluntad". Es una respuesta biológica programada de supervivencia. Mounjaro actúa imitando dos hormonas naturales (GLP-1 y GIP) que envían señales de saciedad al cerebro y optimizan cómo tu cuerpo procesa el azúcar.
Cuando suspendes el fármaco, ocurren tres fenómenos fisiológicos simultáneos:
1. Desregulación del apetito
Durante el tratamiento, el fármaco mantiene "apagados" los centros del hambre en el cerebro y ralentiza el vaciado gástrico, lo que te hace sentir lleno por más tiempo. Al eliminar el fármaco, estos frenos desaparecen. El apetito no solo vuelve a la normalidad, sino que a menudo regresa con mayor intensidad debido a que el cuerpo intenta compensar la energía perdida, un fenómeno conocido como hiperfagia adaptativa.
2. Adaptación metabólica
Cuando pierdes una cantidad significativa de peso, tu cuerpo reduce su tasa metabólica basal (las calorías que quemas en reposo) para "ahorrar" energía. El medicamento ayudaba a contrarrestar esta eficiencia metabólica. Sin él, te encuentras en una situación desfavorable: tienes un cuerpo más pequeño que quema menos calorías, pero un apetito que exige más energía.
3. Cambios en la composición corporal
Si la pérdida de peso durante el tratamiento no fue acompañada de entrenamiento de fuerza adecuado, es probable que parte del peso perdido haya sido masa muscular. Al recuperar peso sin el fármaco, el cuerpo tiende a recuperar preferentemente grasa, lo que empeora la composición corporal final y la salud metabólica a largo plazo, un estado conocido como obesidad sarcopénica.
Suspensión gradual vs. abrupta: La importancia del "Descalentamiento"
Tal como no dejarías de correr en una caminadora a máxima velocidad de golpe, no deberías frenar un tratamiento metabólico potente de un día para otro.
La suspensión abrupta (Cold Turkey)
Dejar el tratamiento de golpe puede provocar un "choque" en el sistema. Los niveles de glucosa pueden dispararse repentinamente, y el retorno del apetito puede ser abrumador, llevando a atracones y ansiedad alimentaria. Además, los efectos secundarios gastrointestinales pueden fluctuar impredeciblemente durante la fase de eliminación del fármaco del cuerpo.
La estrategia de reducción gradual (Tapering)
En Clivi, cuando un médico determina que es momento de suspender o pausar el tratamiento, generalmente optamos por un esquema de reducción gradual (titulación descendente). Esto implica reducir la dosis progresivamente a lo largo de varias semanas o meses.
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Permite que tus hormonas endógenas (las que produce tu propio cuerpo) intenten retomar el control poco a poco.
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Te da tiempo para probar si tus nuevos hábitos de estilo de vida son suficientes para mantener el peso en una dosis menor antes de eliminar el fármaco por completo.
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Minimiza los síntomas de abstinencia psicológica y la ansiedad por comer.
Estrategias clínicas de mantenimiento: El método Clivi
La suspensión del fármaco no es el final del tratamiento, sino el comienzo de la fase de mantenimiento, que requiere aún más disciplina y estrategia. Para contrarrestar la biología del rebote descrita en el estudio SURMOUNT-4, es necesario implementar un "blindaje metabólico" basado en cuatro pilares, alineados con las Guías de Práctica Clínica para el Manejo del Sobrepeso y la Obesidad en Adultos en México (2024).
1. Nutrición de alta densidad y protección muscular
El error más común es volver a comer "como antes". Tu nuevo cuerpo tiene requerimientos energéticos diferentes.
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Prioridad a la proteína: Para proteger la masa muscular y mantener la saciedad, debes asegurar una ingesta proteica de al menos 1.2 a 1.5 gramos por kilo de peso ideal. Esto ayuda a contrarrestar la caída metabólica.
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Fibra y volumen: Aumentar el consumo de vegetales y fibra es crucial para imitar físicamente la sensación de plenitud gástrica que antes producía el medicamento.
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Índice glucémico bajo: Evitar picos de insulina es vital, ya que tu cuerpo será más sensible a los carbohidratos tras la suspensión.

2. Entrenamiento de fuerza obligatorio
El ejercicio cardiovascular es bueno para el corazón, pero el entrenamiento de fuerza es la única "medicina" que puede elevar tu tasa metabólica basal. Construir músculo es la mejor póliza de seguro contra el rebote. Las guías mexicanas recomiendan al menos 150 minutos de actividad física, pero enfatizan la inclusión de ejercicios de resistencia muscular al menos 2-3 veces por semana para prevenir la sarcopenia.
3. Monitoreo continuo y tecnología
La percepción subjetiva engaña. Al dejar el tratamiento, es fundamental usar datos objetivos.
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Monitoreo de glucosa: Especialmente si vives con diabetes o prediabetes, vigilar tus picos posprandiales te alertará antes de que la A1c suba peligrosamente.
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Pesaje frecuente: Lejos de ser una obsesión, pesarse regularmente permite detectar tendencias al alza tempranas (por ejemplo, una ganancia de 2-3 kg) y actuar de inmediato antes de que se conviertan en 10 kg.
4. Intervención conductual y manejo del estrés
El estrés eleva el cortisol, una hormona que promueve la acumulación de grasa abdominal y la resistencia a la insulina. Las herramientas conductuales para manejar la ansiedad y el sueño son tan importantes como la dieta. La Guía Mexicana de Práctica Clínica subraya que el manejo conductual es esencial para la adherencia a largo plazo, recomendando técnicas cognitivo-conductuales para identificar detonantes emocionales de la alimentación.
¿Quiénes son candidatos para suspender el tratamiento?
No todos los pacientes deben o pueden suspender el tratamiento. La decisión debe ser personalizada. Generalmente, se considera la suspensión o reducción de dosis si:
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Se han alcanzado los objetivos de composición corporal y control glucémico de manera sostenida.
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Se han consolidado cambios profundos en el estilo de vida que puedan sostener el peso sin ayuda farmacológica.
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Existen razones médicas (como embarazo planificado o efectos adversos) o económicas que obliguen a la pausa.
Por el contrario, pacientes con una historia de obesidad severa de larga data o diabetes tipo 2 difícil de controlar pueden requerir un tratamiento crónico o de mantenimiento a largo plazo, entendiendo la obesidad como una enfermedad que requiere manejo continuo, similar a la hipertensión.
Conclusión: Tu salud es un maratón, no un sprint
Dejar de usar Mounjaro es una transición significativa que conlleva riesgos reales de recuperación de peso y descontrol metabólico, como lo demuestra la evidencia del 82.5% de tasa de rebote en resultados en estudios clínicos. Sin embargo, "difícil" no significa "imposible".
La clave del éxito radica en no enfrentar esta transición solo. La supervisión médica, el ajuste nutricional preciso y el apoyo psicológico son las herramientas que transforman un posible rebote en un mantenimiento exitoso. En Clivi, nuestro enfoque no es solo prescribir, sino acompañar. Entendemos que tu meta no es solo bajar de peso, sino vivir con salud metabólica plena.
Si estás considerando suspender tu tratamiento o te preocupa el mantenimiento a largo plazo, no tomes la decisión basándote en anécdotas de internet. Agenda una consulta con nuestros endocrinólogos para diseñar un plan de transición seguro y basado en evidencia.
Tu salud merece una estrategia experta. Hablemos.
Referencias
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Aronne LJ, et al. Continued Treatment With Tirzepatide for Maintenance of Weight Reduction: The SURMOUNT-4 Randomized Clinical Trial. JAMA. 2024;331(1):38–48. doi:10.1001/jama.2023.24945. https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2812936
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Secretaría de Salud de México. Guía de Práctica Clínica para el Manejo del Sobrepeso y la Obesidad en Adultos en México. CENETEC. 2024. Disponible en: https://www.gob.mx/salud/cenetec.
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Jastreboff AM, et al. Tirzepatide Once Weekly for the Treatment of Obesity. N Engl J Med. 2022;387:205-216. doi:10.1056/NEJMoa2206038. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2206038
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Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Diagnóstico y tratamiento del sobrepeso y obesidad exógena. Guía de Referencia Rápida. 2018 (Actualización 2024 en contexto normativo). https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/046GER.pdf
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Bavry AA. SURMOUNT-4: Weight Reversal Post Tirzepatide Withdrawal. American College of Cardiology. 2024. https://www.acc.org/Latest-in-Cardiology/Journal-Scans/2025/12/09/16/51/SURMOUNT-4
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Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, Para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus. Diario Oficial de la Federación. https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/VIH/Leyes%20y%20normas%20y%20reglamentos/Norma%20Oficial%20Mexicana/NOM-015-SSA2-2010.pdf


