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Factores de riesgo de la obesidad: Todo lo que necesitas saber

Dra. Darielle Cosette Rubi Aguilar Ceja
agosto 13, 2025
Obesidad en méxico

La obesidad representa uno de los desafíos de salud más significativos de nuestro tiempo. En México, más del 36% de los adultos viven con obesidad, una condición que aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones graves. Además, la obesidad es una enfermedad grave y crónica que puede llevar a otros problemas de salud.

Obesidad en méxico

La obesidad es una condición compleja causada por una combinación de factores genéticos, ambientales, psicológicos y sociales, además de la alimentación y la actividad física. Comprender estos factores de riesgo es esencial para la prevención y el tratamiento efectivo.

Puntos clave sobre los factores de riesgo de la obesidad

  • Factores genéticos. Los genes influyen en el metabolismo basal, la distribución de grasa corporal, la sensación de saciedad y las preferencias alimentarias.

  • Hábitos alimentarios. El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados representa factores de riesgo que contribuyen al aumento de peso y obesidad.

  • Estilo de vida sedentario. La falta de actividad física disminuye el metabolismo.

  • Factores psicológicos. El estrés, la depresión y la alimentación emocional elevan la producción de cortisol.

  • Condiciones médicas y medicamentos. Trastornos como el hipotiroidismo, síndrome de ovario poliquístico y síndrome de Cushing.

  • Prevención temprana. Establecer hábitos saludables desde la infancia es clave para reducir el riesgo de obesidad en etapas posteriores.

  • Enfoque integral y apoyo profesional. El manejo exitoso de la obesidad requiere considerar aspectos médicos, psicológicos, sociales y ambientales, con la ayuda de un equipo multidisciplinario para desarrollar estrategias sostenibles y personalizadas.

Factores genéticos que contribuyen a la obesidad

Los genes desempeñan un papel fundamental en la determinación de nuestro peso corporal. La investigación científica ha identificado más de 100 genes relacionados con la obesidad, siendo el gen FTO uno de los más estudiados.

Cómo influye la genética en el peso

La herencia genética puede afectar varios aspectos relacionados con el peso:

  • Metabolismo basal: Algunas personas tienen naturalmente un metabolismo más lento

  • Distribución de grasa corporal: Los genes determinan dónde se almacena la grasa

  • Sensación de saciedad: La capacidad de sentirse satisfecho después de comer

  • Preferencias alimentarias: Tendencia hacia ciertos tipos de alimentos

Si tienes antecedentes familiares de obesidad, tu riesgo aumenta entre 40% y 70%. Sin embargo, es importante recordar que los genes no son el destino. El ambiente y el estilo de vida pueden modificar significativamente la expresión genética.

genética y obesidad

Hábitos alimentarios y su papel en la obesidad

Los patrones de alimentación modernos representan uno de los factores de riesgo más modificables para la obesidad. El consumo excesivo de calorías, especialmente provenientes de alimentos ultraprocesados, ha transformado radicalmente nuestro panorama nutricional.

Factores dietéticos de alto riesgo

Alimentos ultraprocesados: Estos productos contienen altas cantidades de azúcares añadidos, grasas trans y sodio. Su consumo regular puede alterar las señales de saciedad y promover el aumento de peso.

Porciones excesivas: El tamaño de las porciones ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Una porción de refresco promedio pasó de 240 ml a más de 500 ml.

Frecuencia de comidas fuera de casa: Comer regularmente en restaurantes de comida rápida multiplica por tres el riesgo de desarrollar obesidad, debido al alto contenido calórico y bajo valor nutricional de estos alimentos.

Consumo de bebidas azucaradas: Una sola lata de refresco al día puede contribuir con más de 150 calorías adicionales, lo que equivale a un aumento de peso de aproximadamente 7 kg por año si no se compensa con actividad física.

Estilo de vida sedentario y falta de actividad física

El sedentarismo se ha convertido en una epidemia silenciosa. El adulto promedio pasa más de 8 horas al día sentado, lo que ralentiza significativamente el metabolismo y reduce el gasto energético total. Este estilo de vida contribuye al aumento de peso al no quemar suficientes calorías.

Consecuencias del sedentarismo

La falta de actividad física afecta múltiples sistemas corporales:

  • Reducción del metabolismo: Los músculos inactivos queman menos calorías, incluso en reposo

  • Resistencia a la insulina: La inactividad reduce la sensibilidad celular a la insulina

  • Pérdida de masa muscular: El músculo es metabólicamente más activo que el tejido graso

  • Alteraciones hormonales: Disminuyen las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo

Para mantener un peso saludable, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, combinada con ejercicios de fortalecimiento muscular dos veces por semana.

Sedentarismo y escritorio

Factores psicológicos: estrés, depresión y alimentación emocional

Los aspectos psicológicos y emocionales influyen profundamente en nuestros hábitos alimentarios y peso corporal. El estrés crónico, la depresión y la ansiedad pueden desencadenar patrones de alimentación emocional que contribuyen al desarrollo de la obesidad. El estrés puede llevar a un aumento de la producción de cortisol, lo que puede aumentar el impulso por comer.

El ciclo del estrés y el peso

Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo libera cortisol, una hormona que:

  • Aumenta el apetito, especialmente por alimentos altos en azúcar y grasa

  • Promueve el almacenamiento de grasa abdominal

  • Altera los patrones de sueño, lo que afecta las hormonas reguladoras del hambre

  • Reduce la motivación para realizar actividad física

Alimentación emocional

La alimentación emocional ocurre cuando usamos la comida para manejar emociones en lugar de satisfacer el hambre física. Las situaciones que comúnmente desencadenan este comportamiento incluyen:

  • Estrés laboral o personal

  • Sentimientos de soledad o aburrimiento

  • Celebraciones o eventos sociales

  • Episodios de tristeza o ansiedad

Reconocer estos patrones es fundamental para desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.

Influencias ambientales y factores sociales

El entorno en el que vivimos ejerce una influencia poderosa sobre nuestras decisiones alimentarias y de actividad física. Estos factores ambientales, conocidos como "ambiente obesogénico", facilitan el aumento de peso y dificultan mantener un estilo de vida saludable.

Factores del entorno físico

Acceso limitado a alimentos frescos: Las áreas con poca disponibilidad de supermercados que ofrezcan productos frescos, conocidas como "desiertos alimentarios", están asociadas con mayores tasas de obesidad.

Abundancia de comida rápida: La alta densidad de restaurantes de comida rápida en un área correlaciona directamente con el aumento de peso de sus habitantes.

Diseño urbano: Las ciudades sin infraestructura para caminar o andar en bicicleta limitan las oportunidades de actividad física incidental.

Estilo de vida y la obesidad

Influencias socioeconómicas

Las personas con menores recursos económicos enfrentan barreras adicionales:

  • Los alimentos procesados suelen ser más baratos que los alimentos frescos

  • Menor acceso a gimnasios o instalaciones deportivas

  • Horarios de trabajo que limitan el tiempo disponible para preparar comidas saludables

  • Mayor exposición al marketing de alimentos ultraprocesados

Condiciones médicas y medicamentos

Diversos trastornos médicos y medicamentos pueden contribuir al aumento de peso, lo que subraya la importancia de una evaluación médica integral cuando se aborda la obesidad.

Condiciones endocrinas

Hipotiroidismo: Reduce el metabolismo basal hasta en un 15%, facilitando el aumento de peso incluso con una ingesta calórica normal.

Síndrome de ovario poliquístico (SOP): Afecta hasta el 10% de las mujeres en edad reproductiva y está asociado con resistencia a la insulina y aumento de peso abdominal.

Síndrome de Cushing: El exceso de cortisol promueve la redistribución de grasa hacia el área abdominal.

Medicamentos que pueden causar aumento de peso

Algunos medicamentos necesarios para tratar otras condiciones pueden tener el efecto secundario de promover el aumento de peso:

  • Antidepresivos (especialmente tricíclicos y algunos ISRS)

  • Antipsicóticos

  • Corticosteroides

  • Algunos medicamentos para la diabetes

  • Anticonvulsivos

Si estás tomando alguno de estos medicamentos y experimentas aumento de peso, consulta con tu médico sobre alternativas o estrategias de manejo.

La importancia de la prevención temprana

La prevención de la obesidad debe comenzar en las primeras etapas de la vida. Los hábitos desarrollados durante la infancia y adolescencia tienden a persistir en la edad adulta, por lo que establecer patrones saludables tempranamente es fundamental.

niño-mexicano-con-obesidad

Estrategias de prevención por etapa de vida

Infancia temprana (0-5 años):

  • Promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses

  • Introducir alimentos sólidos variados y nutritivos

  • Establecer horarios regulares de comida

  • Limitar el tiempo de pantalla y fomentar el juego activo

Edad escolar (6-12 años):

  • Enseñar sobre alimentación balanceada de manera práctica

  • Involucrar a los niños en la preparación de alimentos saludables

  • Garantizar al menos 60 minutos de actividad física diaria

  • Crear un ambiente hogareño que favorezca hábitos saludables

Adolescencia (13-18 años):

  • Abordar los cambios hormonales y su impacto en el peso

  • Promover una imagen corporal saludable

  • Enseñar habilidades de cocina básicas

  • Mantener comunicación abierta sobre nutrición y salud

Construyendo un futuro más saludable

La obesidad es una condición compleja influenciada por múltiples factores interconectados. Desde la genética hasta el ambiente social, cada elemento contribuye de manera única al riesgo individual de desarrollar obesidad. Sin embargo, conocer estos factores de riesgo nos empodera para tomar decisiones informadas y implementar estrategias preventivas efectivas. La falta de sueño adecuado puede aumentar la predisposición a la obesidad al afectar el equilibrio hormonal que controla el hambre y la saciedad.

El manejo exitoso de la obesidad requiere un enfoque integral que aborde no solo la alimentación y el ejercicio, sino también los aspectos psicológicos, sociales y médicos que influyen en nuestro peso. La clave está en desarrollar un plan personalizado que considere tus circunstancias individuales, factores de riesgo específicos y objetivos de salud.

Si reconoces varios de estos factores de riesgo en tu vida, considera buscar apoyo profesional. Un equipo multidisciplinario que incluya médicos, nutricionistas y psicólogos puede ayudarte a desarrollar estrategias efectivas y sostenibles para alcanzar y mantener un peso saludable.

Recuerda que cada pequeño cambio positivo cuenta. Comenzar con modificaciones graduales en tu alimentación y actividad física puede generar resultados significativos a largo plazo. Tu salud es una inversión que vale la pena, y nunca es demasiado tarde para comenzar a transformar tu estilo de vida.

Dra. Darielle Cosette Rubi Aguilar Ceja
Dra. Darielle Cosette Rubi Aguilar Ceja

Endocrinología y Medicina general Universidad Nacional Autónoma de México.

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