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Para muchas personas, el término "obesidad” o “sobrepeso" tiene una connotación altamente negativa, con muchos prejuicios y estigmas. A pesar de ello, ambas condiciones son un problema médico real que requiere ser atendido por un profesional de la salud. 

Si estás buscando cómo tratar o mantener un peso saludable,  este artículo puede ser una guía para saber cuándo es el momento de buscar ayuda médica, qué esperar y cómo prepararse para esta crucial etapa en el cuidado personal de la salud.

Conociendo tu estado de peso corporal

La obesidad va mucho más allá de un peso alto. Involucra la acumulación de grasa en el cuerpo que puede resultar en complicaciones graves para la salud, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.

Por lo tanto, es vital entender tu estado actual y reconocer la necesidad de hacer ajustes en tu estilo de vida. La autoevaluación es el primer paso para buscar la ayuda necesaria. Medir tu Índice de Masa Corporal (IMC) y evaluar la circunferencia de tu cintura son métodos aceptados para identificar un posible problema y tomar acción.

El Índice de masa corporal como guía

El IMC es una fórmula que compara el peso con la altura. Es una herramienta útil, aunque no perfecta, para estimar la cantidad de grasa corporal. Un IMC inferior a 18.5 se considera insuficiente, entre 18.5 y 24.9 es normal, de 25 a 29.9 se considera sobrepeso, y de 30 en adelante entra en la categoría de obesidad. Sin embargo, factores como el nivel de actividad física, la masa muscular y la distribución de la grasa también son importantes y deben considerarse en conjunto.

La distribución de la grasa, especialmente la concentración en el área abdominal, es un indicador de riesgo metabólico. Las mujeres con una cintura mayor a 88 cms (35 pulgadas) y los hombres con una cintura mayor a 102 cms (40 pulgadas) están en un riesgo mayor, independientemente de su IMC. La medición de la cintura es un paso adicional valioso para comprender el riesgo potencial de enfermedades relacionadas con la obesidad.

Reconociendo las señales de alerta

Existen momentos en que es evidente que la lucha contra la obesidad supera los recursos que uno mismo puede manejar. Si experimentas dificultades para realizar las actividades diarias, problemas respiratorios, enfermedades crónicas o dificultades emocionales como la depresión o ansiedad, estos pueden ser signos de alerta que indican la necesidad de una intervención médica.

Complicaciones relacionadas con la obesidad

La obesidad se asocia con una serie de problemas de salud, que pueden incluir:

  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedades crónicas de los riñones
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Osteoartritis
  • Complicaciones durante el embarazo

Si estas complicaciones o cualquier otra cuestión te preocupan, es crucial acudir a un profesional de la salud para obtener una evaluación y tratamiento adecuado.

Identifica al especialista adecuado

Antes de tu cita, es importante definir tus objetivos y expectativas. Piensa en lo que esperas lograr con la consulta y cómo el médico podría ayudarte. Llegar con una idea clara de tus hábitos alimenticios y de ejercicio, junto con un registro de tus inquietudes y preguntas, hará que la consulta sea más fructífera.

Dependiendo de tu situación, hay varios profesionales de la salud a los que podrías acudir. Un médico con alta especialidad en obesidad puede ser un buen inicio de partida. Aunque toma en cuenta que organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendan un tratamiento integral que incluya endocrinólogos, nutriólogos y psicólogos para poder tener resultados sostenibles a largo plazo. 

Si cuentas con un seguro médico, asegúrate de conocer qué servicios cubre y cuáles son tus opciones.

¿Por qué un médico con alta especialidad en obesidad?

Un médico con alta especialidad en obesidad es fundamental para abordar esta condición debido a su complejidad y las múltiples afecciones que puede ocasionar. Estos especialistas poseen una formación profunda en el tratamiento de la obesidad y el manejo de sus complicaciones relacionadas.

Además de comprender los aspectos físicos, es importante también comprender los aspectos emocionales y psicológicos que contribuyen a este problema de salud. Tienen el conocimiento para diseñar planes de tratamiento individualizados que pueden incluir dietas, ejercicios, terapias conductuales y, cuando sea necesario, medicamentos o cirugía.

Elegir un médico especializado en obesidad asegura un enfoque integral y compasivo, brindando las mejores estrategias y apoyo para lograr resultados efectivos y duraderos en el manejo del peso.

El rol de la nutrición en la salud

Una alimentación equilibrada es esencial para mantener un peso corporal saludable. Un nutriólogo es un recurso valioso para planificar comidas que sean nutritivas, satisfactorias y adecuadas para tus objetivos. El mismo especialista te puede ayudar a identificar problemas relacionados con la alimentación emocional y desarrollar estrategias para manejarlos.

Los enfoques modernos adoptados por los nutriólogos en el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso han evolucionado significativamente hacia métodos que promueven una relación más saludable y sostenible con los alimentos. En lugar de enfocarse en dietas restrictivas, que a menudo resultan insostenibles a largo plazo, los especialistas están adoptando filosofías como la alimentación consciente y el enfoque en el manejo de porciones ideales según tu anatomía. 

La salud mental y la obesidad

Los hábitos de alimentación y la salud mental van ligados en la obesidad. Un psicólogo especializado puede trabajar contigo en los desafíos emocionales que puedan influir en tu peso y ayudarte a desarrollar estrategias para superarlos. 

La implementación de un profesional de la salud mental puede desempeñar un papel fundamental en el tratamiento de la obesidad por varias razones. En primer lugar, pueden ayudar a descubrir y abordar problemas emocionales o psicológicos provocados por la obesidad y que pueden contribuir a patrones de alimentación no saludables, como comer por estrés o en búsqueda de un confort instantáneo.

Al identificar estos desencadenantes, un psicólogo puede trabajar con un individuo para desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables que no involucren alimentos. Además, la obesidad y la lucha con el peso a menudo pueden llevar a baja autoestima, depresión o ansiedad. Un psicólogo puede ayudar a un individuo a mejorar su salud mental, aumentar su autoestima y desarrollar una imagen corporal más positiva.

La importancia de un enfoque integral

El manejo de la obesidad implica un enfoque que va más allá de simplemente bajar de peso. Un plan integral aborda los aspectos físicos, emocionales y conductuales de la obesidad.

La inclusión de varios especialistas en el tratamiento de la obesidad es crucial para asegurar una estrategia holística y personalizada que atienda todas las facetas de esta condición compleja. Un equipo multidisciplinario que incluya médicos especialistas, nutriólogos, psicólogos y, en algunos casos, entrenadores de actividad física, garantiza que cada aspecto de la obesidad sea abordado eficazmente.

Mientras los médicos y endocrinólogos pueden enfocarse en los aspectos metabólicos y fisiológicos, identificando condiciones o complicaciones asociadas, los nutriólogos trabajan en optimizar la alimentación del paciente, asegurando que sea balanceada y sostenible a largo plazo.

Por otro lado, los psicólogos juegan un papel fundamental al abordar los factores emocionales o conductuales que pueden influir en el peso y los hábitos alimenticios, como el hambre emocional. Además, la inclusión de especialistas en actividad física permite diseñar un plan de ejercicio adecuado a las capacidades y necesidades de cada individuo, promoviendo estilos de vida activos como parte integral de la gestión de la obesidad.

Este enfoque colaborativo no solo busca la pérdida de peso como objetivo final sino también el mejorar la salud general, la calidad de vida, y el bienestar emocional, lo cual es esencial para el éxito a largo plazo en el manejo de la obesidad.

Medicamentos para bajar de peso

Algunas personas pueden requerir medicamentos para ayudar en el control y pérdida de peso. Estas opciones deben considerarse como parte de un plan integral y bajo la supervisión de un profesional de la salud, ya que los medicamentos para bajar de peso pueden ser una herramienta efectiva dentro de un enfoque integral para el manejo de la obesidad, complementandose con cambios en el estilo de vida, alimentación balanceada y el ejercicio regular.

Estos fármacos trabajan bajo diferentes mecanismos, como reducir el apetito o aumentar la sensación de saciedad, lo que lleva a una disminución en la ingesta de alimentos. Algunos medicamentos también pueden afectar la absorción de ciertas calorías, principalmente de las grasas.

Sin embargo, es crucial entender que estos medicamentos solo se recomiendan en casos específicos y deben ser prescritos y supervisados por un profesional de la salud. Además, es fundamental el compromiso con un plan de cambio de estilo de vida a largo plazo, ya que los medicamentos por sí solos no son una solución definitiva.

Busca el tratamiento ideal para ti

El proceso para lograr y mantener un peso saludable es un viaje continuo. Contar con un equipo de profesionales que te guíe y apoye a lo largo de este camino es esencial para el éxito a largo plazo.

Después de tu primera cita médica, es importante que sigas las recomendaciones de tu doctor. Esto podría incluir:

Seguir un plan de alimentación adecuado

  • Mantener una rutina de actividad física
  • Tomar medicamentos según lo recetado
  • Completar las pruebas recomendadas
  • Mantener el contacto con tu equipo de salud

No te rindas si no ves resultados inmediatos. La pérdida de peso saludable requiere tiempo y compromiso. Al continuar con tu tratamiento, tendrás una mejor oportunidad de alcanzar tu meta de peso y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la obesidad.

 

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Obesidad

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