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Por qué las personas con diabetes orinan con más frecuencia

Publicado: agosto 14, 2025
Actualizado: diciembre 01, 2025
Dra. Ivanka Alejandra Aguilar Velasco
Dra. Ivanka Alejandra Aguilar Velasco
Medicina general. Universidad Anáhuac México Cédula: 13425578
Micción frecuente

La micción frecuente, especialmente durante la noche, es uno de los síntomas más comunes que experimentan las personas con diabetes. Este fenómeno, conocido médicamente como nicturia cuando ocurre en horario nocturno, puede afectar significativamente la calidad del sueño y el bienestar general.

Comprender la relación entre la diabetes y los problemas urinarios es fundamental para manejar adecuadamente esta condición y prevenir complicaciones a largo plazo. En este artículo, exploraremos por qué ocurre la micción frecuente en diabetes, qué problemas urinarios son más comunes, y cómo puedes prevenirlos y tratarlos de manera efectiva.

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Qué es la micción y su importancia para la salud

La micción es el proceso natural mediante el cual el cuerpo elimina desechos y toxinas a través de la orina. Este proceso involucra a los riñones, que filtran aproximadamente 180 litros de sangre al día para producir entre 1 y 2 litros de orina, y a la vejiga, que almacena temporalmente la orina antes de su eliminación. En condiciones normales, una persona sana orina entre 4 y 7 veces al día, dependiendo de la cantidad de líquidos consumidos, la actividad física y otros factores individuales.

Cualquier cambio significativo en el patrón de micción puede ser indicador de problemas de salud subyacentes. La frecuencia, el volumen, el color y la presencia de molestias al orinar son señales importantes que reflejan el estado de salud del sistema urinario y del organismo en general.

En personas con diabetes, estos patrones pueden verse alterados debido al efecto de los niveles elevados de glucosa en sangre sobre el funcionamiento de los riñones y el sistema nervioso.

Relación entre diabetes y problemas de micción

La diabetes mellitus, tanto tipo 1 como tipo 2, puede afectar significativamente el sistema urinario a través de múltiples mecanismos. Cuando los niveles de glucosa en sangre están elevados de manera crónica, los riñones deben trabajar más intensamente para filtrar y eliminar el exceso de azúcar.

Este proceso requiere grandes cantidades de agua, lo que resulta en una producción excesiva de orina conocida como poliuria. Como consecuencia directa, las personas con diabetes no controlada experimentan sed excesiva (polidipsia) para compensar la pérdida de líquidos.

Micción afecta

Además del efecto directo de la hiperglucemia, los niveles altos de glucosa pueden dañar progresivamente los vasos sanguíneos pequeños en los riñones, una condición conocida como nefropatía diabética.

Este daño compromete la capacidad de los riñones para filtrar adecuadamente los desechos y puede progresar hasta convertirse en enfermedad renal crónica si no se controla apropiadamente. Paralelamente, la diabetes puede causar neuropatía diabética, un tipo de daño nervioso que afecta los nervios responsables de controlar la vejiga, resultando en disfunción vesical y diversos problemas de micción.

Problemas urinarios comunes en personas con diabetes

Infecciones del tracto urinario

Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario debido a varios factores. El exceso de glucosa en la orina crea un ambiente favorable para el crecimiento bacteriano, especialmente de bacterias como Escherichia coli. Además, el sistema inmunitario puede estar debilitado por la hiperglucemia crónica, reduciendo la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Los síntomas característicos incluyen dolor o ardor al orinar, necesidad urgente y frecuente de ir al baño, orina turbia o con mal olor, y en casos más severos, fiebre y dolor en la espalda baja.

La prevención de las infecciones urinarias en personas con diabetes requiere mantener un control óptimo de los niveles de glucosa en sangre, beber suficiente agua para promover el flujo urinario regular, mantener una higiene adecuada, y orinar después de las relaciones sexuales. Es fundamental acudir al médico ante los primeros síntomas, ya que las infecciones no tratadas pueden ascender a los riñones y causar complicaciones graves como pielonefritis o sepsis.

Retención urinaria

La retención urinaria ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente durante la micción, dejando orina residual que puede acumularse y causar múltiples problemas. Este trastorno es común en personas con neuropatía diabética, ya que el daño a los nervios vesicales afecta la capacidad de detectar cuándo la vejiga está llena y de contraer adecuadamente los músculos necesarios para el vaciado completo.

Micción diabetes y mujeres

Los síntomas incluyen dificultad para iniciar el flujo urinario, chorro débil o intermitente, sensación de vaciado incompleto, y necesidad de orinar con mayor frecuencia en pequeñas cantidades.

La retención urinaria no solo es incómoda, sino que también aumenta significativamente el riesgo de infecciones del tracto urinario, ya que la orina estancada es un medio ideal para el crecimiento bacteriano. El tratamiento puede incluir técnicas de vaciado vesical programado, medicamentos que ayudan a la contracción de la vejiga, y en casos severos, cateterización intermitente bajo supervisión médica.

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria, o pérdida involuntaria de orina, es otro problema común en personas con diabetes, particularmente aquellas con neuropatía diabética avanzada. Esta condición puede manifestarse de diferentes formas: incontinencia de esfuerzo (pérdida de orina al toser, estornudar, reír o hacer ejercicio), incontinencia de urgencia (necesidad súbita e incontrolable de orinar), o incontinencia mixta que combina ambos tipos. Este problema puede afectar significativamente la calidad de vida, limitando las actividades sociales y causando vergüenza y ansiedad.

El manejo de la incontinencia urinaria en diabetes requiere un enfoque multifactorial que incluye control glucémico óptimo, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico conocidos como ejercicios de Kegel, modificaciones en la ingesta de líquidos, y en algunos casos, medicamentos específicos o intervenciones quirúrgicas. Es importante consultar con un especialista en urología para determinar el mejor tratamiento según el tipo y severidad de la incontinencia.

Nicturia

La nicturia, definida como la necesidad de despertarse dos o más veces durante la noche para orinar, es particularmente común en personas con diabetes. Este síntoma resulta de la combinación de varios factores: niveles elevados de glucosa que causan producción excesiva de orina, neuropatía diabética que afecta la capacidad de la vejiga para retener orina durante la noche, y en algunos casos, apnea del sueño que es más frecuente en personas con diabetes tipo 2.

La nicturia interrumpe el ciclo normal del sueño, causando fatiga diurna, disminución de la concentración y mayor riesgo de caídas nocturnas, especialmente en adultos mayores.

Para reducir la nicturia es fundamental mantener un control estricto de los niveles de glucosa en sangre, limitar la ingesta de líquidos dos a tres horas antes de acostarse (sin comprometer la hidratación total diaria), evitar cafeína y alcohol por la tarde-noche, y elevar ligeramente las piernas durante el día para reducir la acumulación de líquidos que se redistribuyen cuando la persona se acuesta.

Si la nicturia persiste a pesar de estas medidas, es importante consultar al médico para descartar otras causas como infecciones, problemas de próstata en hombres, o uso de diuréticos en horarios inadecuados.

Micción en mujeres

Causas principales de la micción frecuente en diabetes

Niveles elevados de glucosa en sangre

Cuando los niveles de glucosa en sangre superan aproximadamente 180 mg/dL, un umbral conocido como el umbral renal de glucosa, los riñones no pueden reabsorber toda la glucosa filtrada y comienzan a eliminarla a través de la orina. Este proceso, llamado glucosuria, arrastra grandes cantidades de agua por un mecanismo de ósmosis, resultando en producción excesiva de orina. Una persona con diabetes no controlada puede producir hasta 5-10 litros de orina al día, muy por encima de la producción normal de 1-2 litros.

Este ciclo de hiperglucemia, poliuria y polidipsia es característico de la diabetes no diagnosticada o mal controlada. La pérdida excesiva de líquidos no solo causa deshidratación, sino que también elimina electrolitos importantes como sodio y potasio, lo que puede afectar múltiples funciones corporales. El control adecuado de los niveles de glucosa mediante medicamentos, dieta y ejercicio es fundamental para normalizar la producción de orina y prevenir complicaciones.

Neuropatía diabética y disfunción vesical

La neuropatía diabética es el daño a los nervios causado por niveles elevados y prolongados de glucosa en sangre. Cuando este daño afecta los nervios que controlan la vejiga, conocidos como nervios autonómicos, puede resultar en una condición llamada vejiga neurogénica diabética. Esta afección se caracteriza por pérdida de sensibilidad vesical, lo que significa que la persona no percibe cuando la vejiga está llena, y debilidad en los músculos responsables del vaciado vesical.

La vejiga neurogénica progresa típicamente en varias etapas. Inicialmente, hay pérdida de sensación de plenitud, lo que lleva a distensión vesical y vaciado incompleto. Con el tiempo, la vejiga se vuelve hipocontráctil, incapaz de contraerse con suficiente fuerza para vaciarse completamente. Esto crea un reservorio de orina residual que aumenta el riesgo de infecciones recurrentes y, en casos graves, puede causar reflujo vesicoureteral que daña los riñones.

El diagnóstico temprano mediante estudios urodinámicos y el tratamiento apropiado son esenciales para prevenir complicaciones irreversibles.

Complicaciones renales asociadas a la diabetes

Nefropatía diabética

La nefropatía diabética es una de las complicaciones más serias de la diabetes y la causa principal de enfermedad renal terminal que requiere diálisis o trasplante. Esta condición se desarrolla gradualmente a través de cinco etapas, comenzando con hiperfiltración glomerular en las etapas tempranas, progresando a microalbuminuria (presencia de pequeñas cantidades de proteína en la orina), luego a macroalbuminuria con deterioro progresivo de la función renal, y finalmente a insuficiencia renal terminal.

Los factores de riesgo para desarrollar nefropatía diabética incluyen control glucémico deficiente, hipertensión arterial no controlada, duración prolongada de la diabetes, predisposición genética, y tabaquismo. La detección temprana mediante pruebas anuales de microalbuminuria y creatinina sérica es fundamental, ya que las intervenciones en etapas tempranas pueden retrasar o incluso detener la progresión de la enfermedad.

El tratamiento incluye control estricto de glucosa y presión arterial, uso de medicamentos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueadores de receptores de angiotensina, y modificaciones dietéticas para reducir la carga sobre los riñones.

Factores de riesgo para problemas de micción en diabetes

La edad avanzada y la duración de la diabetes son factores de riesgo significativos para el desarrollo de problemas urinarios. A medida que la diabetes progresa, el riesgo de complicaciones microvasculares y neuropáticas aumenta exponencialmente.

Las personas que han vivido con diabetes durante más de 10 años tienen mayor probabilidad de desarrollar neuropatía diabética que afecta la función vesical. Adicionalmente, el envejecimiento natural del sistema urinario, combinado con los efectos de la diabetes, crea una sinergia que aumenta la vulnerabilidad a infecciones, incontinencia y otros trastornos urinarios.

Otros factores de riesgo incluyen el control glucémico inadecuado con niveles de hemoglobina A1c consistentemente por encima de 7%, presencia de otras complicaciones diabéticas como retinopatía o enfermedad cardiovascular, obesidad que aumenta la presión intraabdominal sobre la vejiga, y en hombres mayores, agrandamiento de la próstata que puede obstruir el flujo urinario.

Las mujeres con diabetes tienen riesgo adicional debido a factores anatómicos y hormonales, especialmente después de la menopausia. Identificar estos factores de riesgo permite implementar estrategias preventivas más efectivas.

Micción daños

Prevención de problemas urinarios en diabetes

Mantener un control óptimo de los niveles de glucosa en sangre es la estrategia más importante para prevenir problemas urinarios relacionados con la diabetes. Un nivel de hemoglobina A1c menor a 7% reduce significativamente el riesgo de desarrollar neuropatía diabética y nefropatía.

Esto se logra mediante adherencia al plan de tratamiento médico, monitoreo regular de glucosa, alimentación balanceada baja en azúcares refinados y carbohidratos simples, y actividad física regular de al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado.

La hidratación adecuada es fundamental para la salud del sistema urinario. Se recomienda consumir entre 2 y 2.5 litros de agua al día, distribuidos a lo largo del día y reduciendo la ingesta dos a tres horas antes de dormir para minimizar la nicturia. Bebidas diuréticas naturales como agua de jamaica sin azúcar, infusiones de hierbas y té verde pueden ayudar a mantener el flujo urinario regular y prevenir infecciones.

Es importante limitar o evitar alcohol, bebidas con cafeína y refrescos, ya que pueden irritar la vejiga y empeorar los síntomas urinarios.

Adoptar hábitos saludables de micción también es crucial. Esto incluye no retener la orina durante periodos prolongados cuando se siente la necesidad de orinar, tomarse el tiempo necesario para vaciar completamente la vejiga sin apresurarse, orinar antes de acostarse y después de las relaciones sexuales, y mantener una higiene adecuada limpiando siempre de adelante hacia atrás para prevenir infecciones. Para las mujeres, realizar ejercicios de Kegel regularmente fortalece los músculos del suelo pélvico y puede prevenir la incontinencia urinaria.

Finalmente, los chequeos médicos regulares son esenciales para la detección temprana de problemas. Las personas con diabetes deben realizarse análisis de orina al menos una vez al año para detectar microalbuminuria, infecciones asintomáticas o glucosuria.

También es importante monitorear la función renal mediante creatinina sérica y tasa de filtración glomerular estimada. Cualquier cambio en el patrón de micción, aparición de dolor, ardor, sangre en la orina, o incapacidad para orinar debe ser evaluado inmediatamente por un profesional de la salud.

Tratamiento para problemas de micción relacionados con diabetes

El tratamiento de los problemas de micción en personas con diabetes debe ser personalizado y supervisado por especialistas. El primer paso es siempre optimizar el control glucémico, ya que muchos síntomas urinarios mejoran significativamente cuando los niveles de azúcar en sangre se estabilizan. Para infecciones del tracto urinario, se requiere tratamiento antibiótico específico basado en cultivos de orina, con seguimiento para asegurar la erradicación completa de la infección.

En casos de vejiga neurogénica con retención urinaria, el tratamiento puede incluir técnicas de vaciado programado estableciendo horarios fijos para orinar independientemente de si se siente la necesidad, maniobra de Credé para ayudar al vaciado aplicando presión suave sobre el abdomen inferior, medicamentos colinérgicos que estimulan la contracción vesical, o en casos severos, cateterización intermitente limpia que el paciente puede aprender a realizar en casa.

Para la incontinencia urinaria, además de los ejercicios de Kegel, pueden utilizarse medicamentos anticolinérgicos que reducen las contracciones involuntarias de la vejiga, o procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos en casos refractarios.

Es fundamental trabajar con un equipo multidisciplinario que puede incluir endocrinólogo para el control de la diabetes, urólogo o uroginecólogo para problemas específicos del tracto urinario, nefrólogo si hay deterioro de la función renal, y fisioterapeuta especializado en rehabilitación del suelo pélvico. Este enfoque integral asegura que todos los aspectos del problema sean abordados adecuadamente.

Preguntas frecuentes

¿Por qué orino más frecuentemente desde que me diagnosticaron diabetes?

La micción frecuente en diabetes ocurre principalmente porque los niveles elevados de glucosa en sangre obligan a los riñones a trabajar más para filtrar y eliminar el exceso de azúcar. Cuando la glucosa en sangre supera aproximadamente 180 mg/dL, comienza a aparecer en la orina, arrastrando grandes cantidades de agua consigo. Este proceso aumenta significativamente la producción de orina, lo que resulta en necesidad más frecuente de ir al baño. Una vez que se controlan los niveles de glucosa mediante tratamiento adecuado, la frecuencia de micción generalmente vuelve a la normalidad.

¿Es normal despertarme varias veces en la noche para orinar si tengo diabetes?

Aunque es común en personas con diabetes no controlada, despertarse más de dos veces por noche para orinar no debe considerarse normal y merece atención médica. La nicturia puede indicar que los niveles de glucosa están elevados durante la noche, que existe neuropatía diabética afectando la vejiga, o que hay otros problemas como infecciones urinarias o apnea del sueño. Es importante consultar con tu médico para identificar la causa específica y recibir tratamiento apropiado que mejore tu calidad de sueño.

¿Las infecciones urinarias son más peligrosas si tengo diabetes?

Sí, las infecciones del tracto urinario pueden ser más graves en personas con diabetes por varias razones. El sistema inmunitario puede estar debilitado por la hiperglucemia, haciendo más difícil combatir la infección. Además, las infecciones urinarias pueden causar descontrol temporal de los niveles de glucosa, creando un círculo vicioso. Existe mayor riesgo de que la infección ascienda a los riñones causando pielonefritis, o en casos severos, sepsis. Por estas razones, es fundamental tratar las infecciones urinarias de manera temprana y agresiva bajo supervisión médica.

¿Qué puedo hacer para reducir las visitas al baño durante la noche?

Para reducir la nicturia, comienza manteniendo un control estricto de tus niveles de glucosa en sangre. Limita la ingesta de líquidos dos a tres horas antes de acostarte, evita cafeína y alcohol por la tarde-noche, y asegúrate de orinar justo antes de ir a la cama. Elevar ligeramente las piernas durante el día puede ayudar a reducir la acumulación de líquidos que se redistribuyen cuando te acuestas. Si estas medidas no son suficientes, consulta a tu médico, quien puede ajustar el horario de tus medicamentos diuréticos si los tomas, o investigar otras causas tratables.

¿Cuándo debo consultar urgentemente al médico por problemas de micción?

Debes buscar atención médica inmediata si experimentas incapacidad total para orinar a pesar de sentir la vejiga llena, dolor intenso en la espalda baja o abdomen acompañado de fiebre, presencia de sangre en la orina, orina con olor muy fuerte o apariencia turbia junto con dolor, confusión mental súbita que podría indicar infección grave, o niveles de glucosa persistentemente elevados que no responden al tratamiento habitual. Estos síntomas pueden indicar complicaciones serias que requieren intervención urgente.

Conclusión

Los problemas de micción son complicaciones comunes pero manejables de la diabetes que pueden afectar significativamente la calidad de vida. Comprender la relación entre los niveles de glucosa en sangre y la función urinaria es el primer paso para prevenir y tratar estos problemas de manera efectiva. El control glucémico óptimo, la hidratación adecuada, hábitos saludables de micción y chequeos médicos regulares son las piedras angulares de la prevención.

Si experimentas cambios en tu patrón de micción, no ignores estos síntomas pensando que son una consecuencia inevitable de la diabetes. Con el tratamiento adecuado y el apoyo de un equipo médico especializado, es posible controlar estos problemas y mantener una excelente calidad de vida.


Disclaimer: Este contenido es informativo y educativo, no sustituye la consulta médica profesional. Consulta a tu médico antes de realizar cambios en tu tratamiento o si experimentas síntomas urinarios nuevos o preocupantes.


Referencias

  1. American Diabetes Association. Standards of Medical Care in Diabetes—2025. Diabetes Care. 2025;48(Supplement_1). https://diabetesjournals.org/care/issue/48/Supplement_1

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  3. Secretaría de Salud México. Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2. CENETEC, 2024. https://www.gob.mx/salud

  4. Federación Mexicana de Diabetes. Manejo Integral de Complicaciones Diabéticas. FMD, 2024. https://fmdiabetes.org

  5. Kaplan SA, Te AE, Blaivas JG. Urodynamic Findings in Patients With Diabetic Cystopathy. J Urol. 1995;153(2):342-344. doi:10.1016/S0022-5347(01)67650-8

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  7. Organización Panamericana de la Salud. Diabetes en las Américas. OPS/OMS, 2024. https://www.paho.org/es/temas/diabetes

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