Primeros síntomas de diabetes: señales a las que prestar atención
En todo el mundo, millones conviven con la diabetes la mayoría sin saberlo, pues los síntomas suelen ser sutiles o pasan inadvertidos hasta que aparecen complicaciones. Los síntomas de la diabetes tipo 2 suelen progresar lentamente y pueden ser tan leves que a veces ni siquiera se notan. Identificar señales tempranas es fundamental para buscar ayuda médica y reducir riesgos a largo plazo.

Señales principales: ¿cómo saber si algo no va bien?
El cuerpo tiende a manifestar ciertos cambios cuando los niveles de glucosa están elevados por tiempo prolongado. Las instituciones de referencia coinciden en que los síntomas más comunes incluyen:
Los síntomas comunes de la diabetes incluyen aumento de la sed, orinar con frecuencia, hambre excesiva, fatiga, visión borrosa, pérdida de peso involuntaria, hormigueo en manos o pies, infecciones recurrentes en piel, encías o genitales y llagas que tardan en sanar.
Estos signos pueden variar en intensidad o combinarse de formas diferentes en cada persona. Es importante recalcar que en la diabetes tipo 2, es común que los síntomas sean leves o incluso inexistentes durante años, de ahí la importancia de realizar chequeos médicos regulares, sobre todo en quienes tienen factores de riesgo.

Conociendo los distintos tipos de diabetes
Las causas y el tratamiento dependen del tipo de diabetes:
Diabetes tipo 1
Es causada por una reacción auto-inmune que destruye las células del páncreas responsables de producir insulina. Suele presentarse en la infancia o adolescencia, aunque puede surgir a cualquier edad. Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer rápidamente, a menudo en cuestión de semanas. Requiere tratamiento diario con insulina.
Diabetes tipo 2
Aquí, el organismo sigue generando insulina, pero no la utiliza de manera eficiente. Es la variante más frecuente y está muy asociada a estilo de vida, sobrepeso y antecedentes familiares. La resistencia a la insulina es un factor que contribuye al desarrollo de diabetes tipo 2. Puede controlarse con cambios de hábitos, fármacos y, en algunos casos, insulina.
Diabetes gestacional
Aparece durante algunas etapas del embarazo y, si bien suele desaparecer después del parto, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 posteriormente.
Prediabetes
Se trata de un estado intermedio en que los niveles de azúcar son mayores a lo normal, aunque no lo suficiente para diagnosticar diabetes. Constituye una advertencia clara, pero, con cambios en el estilo de vida y seguimiento médico, puede revertirse.
¿Quién corre mayor riesgo?
Existen factores que elevan considerablemente la probabilidad de padecer diabetes tipo 2. Entre los que destacan los antecedentes familiares (si padres o hermanos tienen la enfermedad), el origen étnico: pues las personas latinas, afroamericanas, nativas americanas, algunas poblaciones asiáticas y de islas del Pacífico presentan una prevalencia más alta.
Un factor de riesgo importante es el sobrepeso, especialmente cuando se acumula grasa abdominal, la vida sedentaria: pues el poco movimiento diario aumenta el riesgo, también a más edad más posibilidad de desarrollarla.
Las personas que tengan un historial de diabetes gestacional o haber tenido un bebé con un peso mayor a 4 kilos al nacer; así como la alimentación poco saludable, está comprobado que el consumo frecuente de refrescos, comida rápida y productos procesados es un factor de riesgo.
La combinación de dos o más de estos factores multiplica el riesgo y hace indispensable realizar controles sanguíneos periódicamente.
Complicaciones: ¿qué pasa si la diabetes no se trata?
Mantener niveles elevados de azúcar genera daño silencioso y progresivo en distintos órganos.
Los ojos pueden verse afectados por la diabetes, ya que esta enfermedad puede dañar los vasos sanguíneos de la retina, lo que ocasiona visión borrosa, la aparición de manchas y, en casos graves, puede llegar a provocar ceguera. En cuanto a los riñones, la diabetes mal controlada es una de las principales causas de insuficiencia renal crónica.
El sistema nervioso también puede sufrir daños debido a la diabetes, manifestándose como entumecimiento, ardor o pérdida de sensibilidad en las extremidades. Con el tiempo, esta neuropatía aumenta el riesgo de lesiones e infecciones complicadas, ya que la persona puede no percibir heridas o molestias.
Por otro lado, la diabetes incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares; las personas con esta condición tienen el doble o incluso el triple de probabilidad de sufrir infartos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Finalmente, los pies son una zona especialmente vulnerable en las personas con diabetes. La combinación de pérdida de sensibilidad y mala circulación puede conducir a la formación de úlceras e infecciones que, si no se tratan a tiempo, pueden derivar en amputaciones. Por ello, el cuidado y la revisión constante de los pies es fundamental para prevenir complicaciones graves en pacientes diabéticos.
Cada una de estas complicaciones es prevenible con intervención temprana y un tratamiento adecuado.
Diagnóstico: pruebas clave y sus valores
Un diagnóstico certero sólo puede hacerse con exámenes de laboratorio específicos. Los procedimientos más habituales son:
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Glucosa en ayunas: El resultado debe estar por debajo de 100 mg/dl. Valores entre 100-125 mg/dl se consideran prediabetes; 126 mg/dl o más, diabetes.
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Prueba de tolerancia oral a la glucosa: Tras un ayuno y la ingesta de un líquido rico en azúcar, la glucosa debe estar por debajo de 140 mg/dl a las dos horas. Entre 140 y 199 mg/dl indica prediabetes; 200 mg/dl o más sugiere diabetes.
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Hemoglobina A1C: Mide el promedio de glucosa en los últimos tres meses. Menos de 5.7% es normal. Entre 5.7% y 6.4% es prediabetes. 6.5% o superior corresponde a diabetes.
Las guías internacionales recomiendan que personas con riesgo elevado realicen estos estudios al menos una vez al año y ante la aparición de cualquier síntoma sugerente.

Tratamiento: cómo lograr un buen control
El manejo de la diabetes es personalizado y puede requerir estrategias combinadas. Los pilares del tratamiento incluyen:
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Medicamentos: La insulina es indispensable para la diabetes tipo 1 y puede ser requerida en algunas etapas de la tipo 2. Existen también fármacos orales que ayudan a regular la producción o utilización de insulina.
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Alimentación equilibrada: No es necesario adoptar dietas restrictivas extremas, pero sí aumentar el consumo de verduras, legumbres, cereales integrales, carnes magras y grasas saludables como las presentes en el aguacate, pescado o frutos secos. Reducir azúcares simples y productos ultraprocesados es clave.
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Actividad física: Caminar, nadar, bailar o cualquier ejercicio moderado realizado por al menos 30 minutos la mayoría de los días ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y controlar el peso.
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Monitoreo constante: Llevar un registro regular de los niveles de glucosa permite ajustar el tratamiento y evitar complicaciones.
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Apoyo emocional y familiar: La diabetes puede impactar el bienestar psicológico, por lo que contar con redes de apoyo (familiares, amigos, grupos de pacientes) es muy valioso.
¿Cómo reducir riesgos o evitarlos por completo?
En México, diversas instituciones de salud —como la Secretaría de Salud, el IMSS y el gobierno federal— han puesto en marcha estrategias claras y validadas para prevenir la diabetes tipo 2 o retrasar su aparición:
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Mantener un peso adecuado: Alcanzar y conservar un peso saludable es una de las recomendaciones principales del IMSS. Incluso perder entre el 5% y 7% del peso corporal si tienes sobrepeso puede marcar una diferencia significativa en la prevención y el control de la glucosa.
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Alimentación saludable (Plato del Bien Comer): Sigue las guías del “Plato del Bien Comer”, enfatizando frutas, verduras, cereales integrales y moderando alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas. El IMSS también sugiere limitar refrescos, jugos industrializados y comida rápida, así como cuidar las porciones y el tamaño de los alimentos.

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Actividad física regular: Realiza al menos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico moderado o intenso (caminar, nadar, bicicleta, baile) y evita reducir la actividad física por más de dos días seguidos. Esta rutina ayuda a controlar el peso y favorece la acción de la insulina.
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Evitar el consumo de tabaco y moderar el alcohol: No fumar y limitar bebidas alcohólicas reduce la resistencia a la insulina y las probabilidades de complicaciones cardiovasculares
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Asistir a chequeos médicos frecuentes: Es fundamental realizarse pruebas periódicas de glucosa en sangre en los Módulos PrevenIMSS o en tu unidad médica local, sobre todo si tienes antecedentes familiares, sobrepeso u otros factores de riesgo.
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Recibir educación en diabetes: La educación continuada (como la desarrollada en módulos PrevenIMSS o los programas “Pasos por la Salud” y “Yo puedo”) mejora la autogestión, fomenta el autocuidado y la toma de decisiones informadas para prevenir la progresión o aparición de complicaciones mayores.
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Sumarte a estrategias y programas oficiales: Revisa recursos del Programa de Acción para la Prevención y Control de la Diabetes de la Secretaría de Salud, así como iniciativas de gobiernos estatales y municipales .
Estas recomendaciones están alineadas con la Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, que establece criterios claros para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus en nuestro país y con las estrategias nacionales.

Preguntas frecuentes
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¿Qué síntomas da el comienzo de la diabetes?
Al inicio, la diabetes puede manifestarse con aumento de la sed (polidipsia), micción frecuente (poliuria), hambre excesiva (polifagia), fatiga, visión borrosa y pérdida de peso involuntaria. También pueden aparecer hormigueo en manos o pies, infecciones recurrentes en piel, encías o genitales, y llagas que tardan en sanar. -
¿Cuáles son las 7 señales de la diabetes?
Las señales más comunes incluyen: aumento de la sed, orinar con frecuencia, hambre excesiva, fatiga, visión borrosa, pérdida de peso involuntaria y heridas que tardan en sanar. -
¿Cómo se sabe si uno tiene diabetes?
El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio como la medición de glucosa en ayunas, prueba de tolerancia oral a la glucosa y hemoglobina A1C. Además, la presencia de síntomas como los mencionados puede indicar la necesidad de realizar estas pruebas. -
¿Cuáles son los síntomas iniciales de la diabetes?
En la diabetes tipo 1, los síntomas suelen aparecer rápidamente en semanas e incluyen sed intensa, micción frecuente, hambre extrema, pérdida de peso y fatiga. En la diabetes tipo 2, los síntomas pueden ser leves o incluso inexistentes durante años, por lo que es importante realizar chequeos médicos regulares, especialmente si se tienen factores de riesgo.
En Clivi podemos ayudarte a controlar tu diabetes
En Clivi, entendemos la importancia de un manejo adecuado de la diabetes para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Nuestra clínica digital ofrece una variedad de servicios diseñados para ayudar a las personas a controlar sus niveles de glucosa en sangre y prevenir complicaciones asociadas con esta enfermedad.
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Ofrecemos planes de tratamiento personalizados que se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente. Nuestros médicos especialistas en diabetes trabajan en conjunto contigo para desarrollar estrategias efectivas que incluyan ajustes en la dieta, recomendaciones de ejercicio y, si es necesario, la administración de medicamentos.
Monitoreo continuo
En Clivi, proporcionamos herramientas de monitoreo continuo que permiten a los pacientes controlar sus niveles de azúcar en sangre de manera eficiente. Estas herramientas están diseñadas para integrarse fácilmente en la vida diaria, proporcionando datos en tiempo real que ayudan a tomar decisiones informadas sobre el manejo de la diabetes.
Educación y apoyo
Creemos que la educación es clave para el manejo exitoso de la diabetes. Ofrecemos recursos educativos y sesiones de asesoramiento para ayudar a los pacientes a comprender mejor su afección y cómo controlarla. Nuestro equipo está disponible para responder a tus preguntas y ofrecer el apoyo necesario en cada paso del camino.
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A través de nuestra plataforma digital, los pacientes tienen acceso directo a endocrinólogos y otros especialistas en diabetes. Esto garantiza que recibas la atención médica adecuada sin importar dónde te encuentres, facilitando el seguimiento y ajuste de tu plan de tratamiento según sea necesario.
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Endocrinología Universidad Nacional Autónoma de México.

