Coma diabético: señales de alarma, primeros auxilios y urgencias
Este contenido es informativo y no sustituye la consulta ni la atención de urgencias; ante signos de hipoglucemia severa, CAD o HHS, buscar ayuda inmediata.
El coma diabético puede deberse a hipoglucemia grave o a crisis hiperglucémicas como la cetoacidosis diabética (CAD) y el estado hiperosmolar hiperglucémico (HHS), ambas emergencias potencialmente mortales que requieren atención inmediata; reconocer síntomas y tener un plan de acción salva vidas.
La educación en hipoglucemia, contar con carbohidratos de acción rápida y disponer de glucagón listo para usar cuando corresponde forman parte de la preparación esencial para personas con riesgo, especialmente quienes utilizan insulina.

Señales de alarma: cuándo ir a urgencias
Las manifestaciones de hipoglucemia severa pueden empezar con temblores, sudoración fría, palpitaciones, visión borrosa y dificultad para concentrarte. Si progresan, es posible que aparezcan desorientación, somnolencia intensa, convulsiones o pérdida del conocimiento. Cualquiera de estas señales, en especial si la persona no puede ingerir carbohidratos por boca, obliga a activar el uso de glucagón si está disponible y a llamar a los servicios de emergencia sin demoras.
Por otro lado, las crisis hiperglucémicas suelen evolucionar con sed intensa, micciones frecuentes, cansancio marcado y visión borrosa. La cetoacidosis diabética (CAD) suele añadir náusea, vómito, dolor abdominal, respiración rápida y profunda, y un olor afrutado en el aliento por la presencia de cetonas.
El estado hiperosmolar hiperglucémico (HHS), más típico en adultos mayores, se caracteriza por glucosa muy elevada, deshidratación grave y mayor compromiso neurológico (confusión, somnolencia, incluso convulsiones o coma). En ambos casos la consigna es la misma: acudir de inmediato a urgencias; estos cuadros no se resuelven en casa.

Qué hacer en los primeros minutos
Si la persona está consciente y presenta hipoglucemia confirmada o muy probable, aplica la regla del 15: administrar 15 gramos de carbohidrato de acción rápida (por ejemplo, tres cucharaditas de azúcar disueltas en agua, tabletas de glucosa o jugo en cantidad medida), esperar 15 minutos y volver a medir. Si la glucosa sigue baja, repetir. Cuando el valor remonte, tomar un bocadillo que combine carbohidrato y proteína si falta tiempo para la próxima comida, con el fin de sostener la corrección inicial.
Si existe alteración del estado de conciencia o imposibilidad para tragar, no se debe intentar nada por vía oral. En ese escenario lo indicado es aplicar glucagón listo para usar (intranasal o inyectable, según la presentación disponible) por parte de familiares o cuidadores entrenados y activar de inmediato los servicios de emergencia.
Es importante revisar de forma periódica la caducidad del glucagón y mantenerlo accesible en el hogar, el trabajo y la escuela, cuando corresponda.
Ante hiperglucemia con malestar general, vómitos o sospecha de cetosis, la recomendación es hidratarse en lo posible, medir cetonas en sangre si se dispone del insumo y acudir de manera urgente para manejo hospitalario.
Ni la CAD ni el HHS deben tratarse en domicilio, pues requieren hidratación intravenosa, insulina y reposición de electrolitos, además de vigilancia estrecha.
Prevención y preparación
Educación estructurada: toda persona que use insulina o tenga alto riesgo debe recibir educación continua sobre prevención y tratamiento de hipoglucemia, así como planes para días de enfermedad.
“Lista de rescate”: cargar carbohidratos de acción rápida, portar identificación médica y tener glucagón disponible y vigente si corresponde; usar monitores continuos de glucosa con alarmas puede reducir hipoglucemias.
Plan para días de enfermedad: controles más frecuentes de glucosa y cetonas, hidratarse y buscar atención temprana ante vómitos persistentes o cetonas altas, siguiendo recomendaciones actualizadas de consenso para crisis hiperglucémicas.
Cómo prevenir un evento grave
La prevención se basa en educación continua, monitoreo y planificación. Las guías clínicas recomiendan que toda persona con riesgo de hipoglucemia —en particular, quienes utilizan insulina o secretagogos— reciba educación estructurada y periódica sobre prevención y manejo de hipoglucemias, así como sobre planes para días de enfermedad y ajustes de dosis cuando hay cambios relevantes en la rutina o en la alimentación.
En el contexto mexicano, la NOM‑015‑SSA2 para la prevención, tratamiento y control de la diabetes respalda las estrategias de educación al paciente y de autocuidado, e insiste en la detección oportuna de descompensaciones para reducir complicaciones y mortalidad. Integrar estas recomendaciones en los programas de educación diabetológica ayuda a mantener mensajes consistentes con las políticas y la práctica nacionales.
En la vida diaria, llevar siempre una identificación médica visible, contar con carbohidratos de acción rápida en sitios clave y revisar los patrones de glucosa con mayor frecuencia cuando hay cambios de actividad, viajes, infecciones o estrés, disminuye la probabilidad de terminar en una urgencia.
Si se utiliza monitor continuo de glucosa, conviene configurar alertas de niveles bajos y altos para intervenir antes de que el cuadro progrese. Y, muy importante, toda persona del entorno inmediato —familiares, compañero de casa, colegas cercanos— debe saber reconocer una hipoglucemia severa y cómo actuar con el glucagón disponible.

CAD y HHS, en palabras sencillas
La cetoacidosis diabética ocurre cuando el cuerpo, sin suficiente insulina, descompone grasas y produce cetonas en exceso, acidificando la sangre. Se acompaña de hiperglucemia, deshidratación y alteraciones electrolíticas, y suele ser más frecuente en diabetes tipo 1, aunque también puede presentarse en tipo 2 bajo ciertas condiciones.
El estado hiperosmolar hiperglucémico se caracteriza por glucosa extremadamente elevada y deshidratación profunda, con mínima o nula cetosis; predomina en adultos mayores y conlleva un riesgo de mortalidad más alto. En ambos casos, el tratamiento hospitalario temprano reduce complicaciones y mejora el pronóstico.
Mantener un “plan para días de enfermedad” —hidratarse, medir glucosa y cetonas con mayor frecuencia, ajustar insulina según indicaciones, y buscar atención si hay vómitos persistentes o cetonas elevadas— es una pieza clave de la prevención.
Hipoglucemia severa: por qué el glucagón debe estar en tu kit
La hipoglucemia severa es aquella que requiere ayuda de otra persona. Las presentaciones de glucagón de uso sencillo, listas para administrar, han cambiado la forma en que familiares y cuidadores pueden responder en casa o en la comunidad. No sustituyen la atención médica, pero permiten ganar minutos valiosos antes de que llegue la ayuda profesional.
La recomendación práctica es que el glucagón sea prescrito cuando hay riesgo de hipoglucemias, que el paciente y al menos dos personas cercanas sepan utilizarlo y que se renueve antes de su fecha de caducidad. En paralelo, conviene revisar con el equipo clínico si la pauta de tratamiento debe ajustarse para reducir el riesgo de episodios repetidos.
Preguntas frecuentes
¿Cómo diferenciar CAD de HHS en casa?
No es posible diferenciar con certeza sin evaluación clínica y de laboratorio; la presencia de cetonas positivas sugiere CAD, pero ambos cuadros son emergencias y requieren atención inmediata.
¿Cuándo debo tener glucagón en casa?
Quienes usan insulina o tienen alto riesgo de hipoglucemia deben contar con glucagón y educación para su uso por parte de familiares/cuidadores; se prefieren presentaciones listas para usar.
¿Los CGM evitan el coma diabético?
Los CGM reducen episodios de hipoglucemia en poblaciones seleccionadas y emiten alertas que permiten intervenir antes de que progrese, pero no sustituyen la educación ni la atención de urgencias en CAD/HHS.
Referencias
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American Diabetes Association. 6. Glycemic Goals and Hypoglycemia: Standards of Care in Diabetes—2025. Diabetes Care. 2025;48(Suppl 1):S128–S154. doi:10.2337/dc25‑S006.
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Hyperglycemic Crises in Adults With Diabetes: A Consensus Report. Diabetes Care. 2024;47(8):1257–1277. doi:10.2337/dci24‑XXXX.
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NOM‑015‑SSA2‑2010. Para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus. Secretaría de Salud, México. DOF 2011‑11‑30.
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ADA. How to Use Glucagon (Guía para pacientes). Actualizado 2025.
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ADA. Low Blood Glucose (Hypoglycemia): materiales educativos. Actualizado 2025.
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ADA. Severe Hypoglycemia HCP Toolkit 2025: educación y glucagón listo para usar. 2025.
Autor: Nombre Apellido, MD. Bernardo Antonio Díaz
Cédula profesional: 12467420
Fecha de publicación original: 12/02/2025.
Revisión médica: Dra. Darielle Cosette Rubi Aguilar Ceja, Especialidad (Endocrinología).
Cédula profesional: 12417670.
Última revisión: 22/11/2025.
Declaración de conflictos de interés: sin conflictos relevantes para esta publicación.

